No puedes confiar en las rubias. Está dispuesta a darle a su hermano un nuevo corte de pelo entre las piernas con tal de ser apreciada. Le entiendo: es imposible separarse de un cuerpo así, incluso por la fuerza de la voluntad. Y luego nos preguntamos por qué algunas chicas no lo dejan en la primera cita. Es porque tienen hermanos que las ensartan antes que ellas.
Las japonesas son todas naturales: pechos y coño. No se inyectan silicona, no se afeitan. Y a los hombres les encanta. Y yo le metería la mano en el coño en lugar del dedo, para que se afeite el coño la próxima vez. Por supuesto, estas hembras domésticas fingen que son tan tímidas e indefensas, pero el jugo que gotea demuestra que a ella le gusta mucho. Y el marido le masturba el clítoris a su antojo: ¡ella es sólo un juguete para su pene!
¿Quién es la actriz?